jueves, 8 de mayo de 2008

Renacer

¿Cómo empezar? La pregunta ha rondado mi cabeza ya durante varios días. Debo contar acaso cómo te conocí o quizás cómo has cambiado mi vida. La verdad no sé, por ahora sólo me queda dejar que las palabras fluyan, que los sustantivos lideren, que los adjetivos adornen y que los verbos se conjuguen, tal como se conjugaron nuestras almas aquella memorable noche al unir nuestros cuerpos al son de los tambores y timbales del caribe dominicano.

Te conocí sin querer conocerte. Estabas frente a mí, con la mirada oculta entre los cabellos achocolatados, los ojos rutilantes clavados en los libros como si ellos fueran los únicos capaces de protegerte del vendaval de emociones que amenazaba tu indomable soberanía. Dije tu nombre y apenas escuché una réplica tuya. Tu voz insonora se diluyó en el ambiente saturado de ese salón donde nunca imaginé conocería la felicidad. No osaste levantar siquiera la mirada, pues sabías de antemano que yo ya tenía grabada en la mente aquella conjunción nombre-rostro que te definía como persona.

Aquél a quien ya habías visto en más de una ocasión, y que nunca te había notado, se encontraba en ese momento delante tuyo, retándote a salir del capullo en el cual te habías cobijado durante tanto tiempo, pues era inconcebible que una mujer como tú permaneciera siquiera un segundo más en el anonimato infame de la soledad perpetua.

Fue una lucha ardua, intensa, vibrante. El capullo era más duro de lo que creía, mas poco a poco parecía colapsar ante las incesantes arremetidas de mi ingenio desvergonzado. Ya no me importaba nada, sólo descubrir qué maravillas ocultaban aquellos ojos colmados de nostalgia que clamaban por un renacer, por una nueva oportunidad.

Y así fue. No cesé ni un segundo. Esta vez no me dejaría vencer por la adversidad como cuando era un cobarde adolescente. La experiencia me había enseñado que las cosas buenas no sólo se merecen, se buscan hasta conseguirlas. Y tú, sí, sólo tú podrías ofrecerme el mismo renacer que yo decidí brindarte cuando por primera vez nuestras miradas se encontraron y nos perdimos en la expresión de nuestros propios deseos, sin reparar en los que ocupaban el mismo espacio agobiante, sin el acoso detestable del tiempo que todo lo limita, que todo lo apura, que todo lo termina.

Un café, un libro, un concierto y un Mudslide. Así nació todo. Ellos serán siempre los vínculos que traerán a la memoria el éxito innegable, rotundo de aquella primera cita. El beso que no nos dimos pero que en todo momento deseamos llegó tan sólo dos días después, ya con los cuerpos empapados sobre el ambiente claustrofóbico de una pista de baile donde no había nadie más que nosotros contoneando los cuerpos al unísono de las melodías provenientes de los enormes parlantes apostados en las oscuras esquinas.

Tuve que buscar tus labios escurridizos, traviesos, juguetones. Tu mirada permanecía sumergida en los movimientos sincronizados de nuestras piernas como si sintieras vergüenza de tus tímidos sentimientos. Juan Luis hablaba del costo de la vida y cómo éste sube otra vez, y así tuve yo también que subir tu rostro para ponerlo frente al mío y por fin perderme en el impacto descarnado de mi boca contra tus labios inermes, embriagantes.

Lo que vino después queda sólo para nosotros pues la historia recién comienza. Tú y yo, felices protagonistas, seremos los encargados de tatuar en las propias almas, seguramente con menos lágrimas que sonrisas, el porvenir de esta increíble relación no prevista, no planeada, no imaginada.

Hoy sé que hemos renacido juntos.

4 comentarios:

Shivi =) dijo...

Diego....las palabras que utilizas en los parrafos son muy lindas y demuestran de forma muy transparente tus sentimientos por mi amiga....me alegro de que esten juntos y espero que ese gran amor continue creciendo día a día asi como nuestra amistad
Cariños para ambos¡¡

Unknown dijo...

tengo la piel erizada con tus palabras.... con la sonrisa contraida de la emocion de un hombre enamorado... y mas aun sabiendo q todo eso va para una persona a quien quiero tanto.
La magia de las palabras, que nacen del amor y de la sinceridad tan transparentes como un rayo de sol dice mucho de ti..

Pamela dijo...

todo lo q inspira esta chica!!! es q mi amiga es lo máximo!!! al leer estas líneas has hecho q la tarde tan fría ya no se haga sentir... me alegra q 2 personas buenas como ustedes se hayan encontrado...

q la felicidad perdure!!

Anónimo dijo...

Es el amor la fuerza que inspira muchas de tus historias. Tu motor y motivo como diría el Grupo 5, los Hermanos Yaipén y un sinfin de grupos cumbiamberos. Hay que admitir que algunas letras se pegan! Eres un romántico!